lunes, 20 de diciembre de 2010

No me gustan los grandes aparcamientos

No lo soporto. Os aseguro que mi orientación es buena, no me sé los nombres de las calles pero me oriento con facilidad en la ciudad y no me pierdo en el bosque...
Pero los aparcamientos  de las grandes superficies o aeropuertos pueden conmigo.
Consiguen doblegarme.
La primera vez que pasé tres cuartos de hora ridícula buscando mi coche fue acompañando a una investigadora invitada, del aeropuerto a la universidad.
A qué genial arquitecto se le ocurre mantener exactamente la misma estructura, los mismos colores en todas las plantas del aparcamiento? Pues al que construyó el del aeropuerto de Barcelona.
Exactamente lo mismo que el arquitecto que ha construido el aparcamiento del centro comercial de Diagonal Mar. (ya me enteraré si es que ha sido el mismo)
No me apasiona ir de compras, pero no son fechas para dejar de acordarte de la familia, hay un mínimo de  compromisos sociales con los que cumplir... Hoy me ha tocado pasar por el suplicio.
Imagino que ya iba con mil historias en la cabeza, y una, que es muy consciente de sus propias limitaciones intenta poner de su parte.
Al lado de los cajeros de validación de los tiquets han puesto unas maquinitas más pequeñas que se supone te estampan algún indicativo para recordar dónde estás. Seguramente el excesivo uso de los despistados como yo ha conseguido que dejen de funcionar.
Venga Rata, recuerda, "Pacífico y tono verde-azulón"..."Pacífico y tono verde-azulón"..."Pacífico y tono verde-azulón"...tienda, farmacia, súper...
Compras, un par de conversaciones con dependientas y vuelta al coche...
En qué planta estaba?, será en la menos uno, no recuerdo haber bajado...
Quince minutos de vuelta y el coche no está...
Mierda (lo siento). Venga Rata, vuelve a subir y prueba con otra planta.
Planta -2, el Desierto del Gobi, da hasta miedo sin coches...
Me paro en el mapa. Lo observo, lo analizo y...risita de desesperación.
Ja, ja...todas las plantas con zonas del mismo color, a ver? era un mar... ostras, pero si puedes elegir entre Mediterráneo, Índico, Pacífico... mierda, mierda, mierda, qué mar era?
Pues eso, probemos, con el Pacífico en la -3.
Por fin, puedo salir del parquing aún con la extraña sensación que debe haber alguien que me ha seguido con las cámaras y que debe habérselo pasado muy bien.
Exactamente igual debe haber ocurrido o se debe haber quedado con la misma sensación que yo, la otra chica con la que he cruzado una sonrisa ante el reconocimiento de la misma cara de bobalicona que poníamos al tratar de reconstruir la ruta que un par de horas antes hemos realizado sin comprender la magnitud de las consecuencias.

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